Por: Celia Chávez Gallardo
El municipio es gestor e instrumentador de respuestas a las necesidades básicas de la comunidad, no obstante se encuentra con obstáculos en la prestación de responsabilidades que institucionalmente le corresponde (García del Castillo y Hernández, 2001:3).
Es así que la escasez de recursos financieros es e segundo problema a la cual se enfrentan los municipios para cumplir con las atribuciones que institucionalmente le corresponden (Cabrero, 2000); entre estas atribución es coadyuvar al crecimiento y desarrollo económico.
Es así que las fuentes de ingresos de los municipios provienen principalmente las participaciones federales y estatales, asi como del instrumento de la deuda y finalmente de los ingresos propios, estos últimos provienen principalmente de los derechos, aprovechamientos etc. Sin embargo son pocos los municipios quienes prestan atención a este último recurso (la recaudación de ingresos propios) quizá porque la cantidad de estos recursos representan cantidades mínimas.
Se deduce que los ingresos propios en los municipios representan realmente cantidades mínimas, una de las causas, es la ausencia de un mecanismo de evaluación de ingresos propios en el municipio, que para mi investigación le he llamado “evaluación de la gestión municipal en las finanzas públicas”.
Ahora bien, los ingresos propios de los municipios son resultado de las prestación de algunos servicios públicos y la abundancia o mínima cantidad de estos recursos son resultado de la gestión pública que se desarrolle en cada uno de los espacios municipales.
Algunos teóricos argumentan que el diseño institucional es uno de los grandes problemas a la cual se enfrenta el municipio mexicano, para cumplir con lo que le corresponde, pero más allá del diseño institucional en un primer momento pongo a su consideración “el paradigma sobre el cual está funcionando la administración pública en México, es decir aún no se ha logrado transitar de las prácticas de “burocracia tradicional” a “la nueva gerencia pública”.
Con base a David Easton (1953) en su teoría de sistemas, se considera a la gestión pública como un sistema donde interactúan actores con intereses diferentes y estos están en constante evolución, en la administración pública encontramos a los ejecutores de políticas públicas (administradores y gobernantes), a los beneficiarios (donde se encuentran instituciones de tipo educativo, social, cultural, privados, comerciales, etc); así como ciudadanos comunes quienes participan pagando impuestos, derechos, productos, aprovechamientos, contribuciones por mejoras y quienes también hacer uso de los servicios que proporciona la administración pública municipal; de la misma manera encontramos actores externos de manera directa encontramos la administración estatal y la administración federal quien en su conjunto intervienen en la administración municipal, se encuentran organizaciones civiles con el afán de resolver necesidades que la administración municipal no puede resolver, es así que se considera un sistema complejo.
La razón por la cual se menciona el argumento anterior es que esta es una de las causas por la cual es necesario controlar y justificar los recursos públicos de la administración municipal, la necesidad de identificar resultados de cada una de las acciones de la administración pública municipal es necesario y sobre todo resolver y ser un mecanismo a través de la cual se contribuya a resolver la gran problemática de la escasez de recursos por parte de los municipios.
Los intereses antes mencionados se pretender resolver a través de la evaluación, la racionalización y optimización del gasto público tales conceptos son comunes ya que se han puesto en práctica con la Nueva Gerencia Pública (Richard y Smith, 2002).
Mediante la modernización administrativa y en este caso la propuesta de indicadores de evaluación de la administración financiera de la administración municipal, en la administración privada esto es se define como administración estratégica.
En la cual este concepto administración estratégica se caracteriza por la definición de manera clara de visión, metas, objetivos, de forma que arrojen resultados caracterizados por calidad, eficacia y éxito, así como el establecimiento de indicadores que permita desarrollar actividades de seguimiento y evaluación correspondiente, es así que la evaluación se convierte en una herramienta en la administración pública.
La evaluación ayuda entonces a mantener un control en la administración financiera, ya que proporciona información para identificar los logros y el panorama general del comportamiento de la administración municipal, y en consecuencia los administradores tomar las decisiones correspondientes para mejorar el desempeño.
Carter (1991) indica que la evaluación es parte esencial de la NGP y es un instrumento de aprendizaje en el momento de diseñar e implementar políticas públicas, esta visión implica el desarrollo de la existencia de sistemas de evaluación dentro de las organizaciones, en cada uno de los departamentos.
Fuentes bibliográficas
García del Castillo, Rodolfo, 1992. Los servicios públicos municipales, documento de trabajo 3, CIDE, México.
García del Castillo Rodolfo, 1993. Cobertura y calidad de los servicios municipales; estudio sobre el estado de México, CIDE, México.
Merino, Mauricio, (2004), Los gobiernos municipales de México: el problema de diseño institucional, CIDE, México.